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lunes, 15 de abril de 2024

Qué aprendizajes podemos extraer de las constructoras de paz 3/3

Carmen Magallón[1]

En estos momentos de aguda crisis debida a la lógica del sistema y de irrupción de la guerra de nuevo, es importante pensar que la organización del mundo podría ser de otro modo. Que podríamos regirnos por la lógica de la sostenibilidad de la vida, que no sólo pone el énfasis en una prioridad diferente, sino que choca con la lógica de la acumulación económica, y también con la lógica del poder y el patriarcado de la mayoría de líderes, un poder que se ejerce más bien buscando la hegemonía y el dominio, económico, político y geoestratégico. 

La lógica de la sostenibilidad de la vida instaura una racionalidad más básica y trascendente, tiene en cuenta a las generaciones futuras, y parece evidente que es la única que puede permitirnos sobrevivir como especie.

Esta sabiduría para la supervivencia es un legado que viene de lejos, transmitido de unas generaciones a otras pero todavía no universalizado; es la que puede ponerse en circulación social para contribuir a la socialización de ambos sexos.  

Quiero subrayar la idea de que todos, hombres y mujeres habríamos de dedicar tiempo a sostener la vida, precisamente porque quienes están menos implicados en su cuidado, encuentran mayores dificultades para hacerse cargo del valor que posee. O lo pasan por alto más fácilmente.

Necesitamos una igualdad construida con los ladrillos de la experiencia histórica de hombres y mujeres. Igualdad y diferencia no se contraponen. 

Recuperar el pensamiento y las prácticas de tantas mujeres que han tratado de construir la paz, escuchar las voces de las mujeres del mundo, puede ayudar a romper con la dinámica deshumanizadora y letal a la que nos aboca este sistema.  

Necesitamos establecer una línea genealógica que haga perceptible su tarea civilizatoria, desde el pasado hasta el presente, y hacerlo desde la memoria y el debate de los hilos que dejaron tendidos, las vetas de la interpelación que ellas iniciaron. Interpelar es distinto de reclamar, distinto de pedir algo que el otro tiene y tú no. Es apelar desde un plano de igualdad y de diferencia a lo mejor del ser del otro, para establecer un diálogo en el que haya un reconocimiento mutuo. Interpelar es sacudir metafóricamente para lograr abrir la mente a nuevas visiones, es dialogar, pactar, convencer. Es arrastrar al otro a una gestión conjunta y diferente del mundo.

Necesitamos universalizar la lógica de su hacer y pensar, no dejándola perder y extendiéndola a los hombres. Hombres y mujeres necesitamos trabajar juntos para mejorar el mundo. 

De manera resumida podemos decir que las feministas pacifistas nos han enseñado:

-A saltar por encima de las barreras que dividen a los grupos enfrentados y establecer puentes

-A pensar libremente, fuera de las lógicas establecidas

-A buscar objetivos comunes desde distintas ideologías, culturas y situaciones de clase

-A gestionar los conflictos internos desde una actitud crítica, guiada por criterios y regida por un tipo de “inteligencia compasiva” (Catia Confortini): ponerse en el lugar del otro, no cejar hasta colocar los problemas en otro punto. 

-A trabajar en la base y en la cumbre: llevar las voces de la base a los lugares donde se toman las decisiones

-A valorar la incidencia internacional: unir el trabajo local, nacional e internacional

-A establecer alianzas entre diferentes organizaciones, líderes y organismos

-A resistir y persistir en el tiempo: más de 100 años de trabajo por la paz y el desarme.

Todavía hoy, el legado civilizatorio de las constructoras de paz está pendiente de universalizar.




[1] Presidenta de Honor de WILPF España.


Otras referencias y publicaciones recientes y accesibles de Carmen Magallón

 

Carmen Magallón (2023) “Feministas contra la guerra en el primer tercio del siglo XX”. En Francisco J. Leira Castiñeira (ed.) El Pacifismo en España desde 1808 hasta el ‘No a la guerra’ de Irak’”. Madrid, Akal.

-         (2023) “Investigar y divulgar el legado del feminismo pacifista”, ORGANICOM, Escola de Comunicações e Artes da Universidade de São Paulo, Brasil, ano 19, nº 40, Setembro/Dezembro 2022, pp. 19-31.

DOI: https://doi.org/10.11606/issn.2238-2593.organicom.2022.205831

“Investigar e divulgar o legado civilizatório do feminismo pacifista”

https://www.revistas.usp.br/organicom/article/view/205831/191912

 

-        (2022) “¡Desertad! Reflexiones fragmentarias sobre la guerra, la patria y la igualdad”, DEP. Rivista telematica di studi sulla memoria femminile, Numero 49 – Luglio 2022, Numero straordinario “Non abituarti alla guerra!”. Voci e riflessioni contro la guerra in Ucraina, Università Ca´Foscari Venezia.

https://www.unive.it/pag/45756/

- (2022) La conversa. Carmen Magallón i Antoni Soler conversen sobre la guerra a Ucraïna, Valors, (Joan Salicrú, ed.) (02/06/2022): https://fundipau.org/wp-content/uploads/2022/06/020622RevistaValors-Carmen-Magallon-i-Antoni-Soler.pdf

- (2020) “El extremismo violento: un reto para el feminismo pacifista”, Debats. Revista de cultura, poder y sociedad, 134(2), 15-28. En Monográfico: Tuitear, postear, bloguear: ciberactivismos feministas contra violencias sexistas, por la paz y la igualdad. ISSN 0212-0585 (impreso) ISSN 2530-3074 (digital).

 (Versión en castellano, en catalán y en inglés)

https://revistadebats.net/article/view/2799

 

… y en los libros:

Carmen Magallón (2006) Mujeres en pie de paz. Pensamiento y prácticas. Madrid, Siglo XXI.

Carmen Magallón (2012) Contar en el mundo. Una mirada sobre las Relaciones Internacionales desde las vidas de las mujeres, Madrid, Horas y horas.


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domingo, 14 de abril de 2024

Aprender de un feminismo pacifista internacionalista 2/3

 

Mujeres de WILPF
Carmen Magallón[1]

Vivimos en medio de una crisis que es multidimensional: no es sólo económica, sino también ecológica, política y social.

Vivimos tiempos en los que la gente ve cómo se precarizan sus vidas, los derechos retroceden, las instituciones se deterioran y el paradigma dominante se muestra incapaz de encontrar soluciones.

Vivimos en un mundo en el que el egoísmo, la desigualdad y el abuso dominan la escena, bajo un sistema global en el que los poderes financieros están poniendo en peligro la paz, entendida en su sentido positivo: la democracia, los derechos humanos, el avance de las mujeres…; un mundo en el que la gobernanza internacional construida desde la Segunda Guerra Mundial está en peligro. Y en el que últimamente ha vuelto a irrumpir la guerra, en su expresión más brutal, incluido el genocidio. 

No olvidamos que lo que hoy vemos a nuestro alrededor ha sido y es la condición ‘normal’ en la que siempre han vivido y viven en otros lugares del mundo, incluidas las guerras, o como ahora suelen nombrarse, los conflictos armados.  Por una parte, esto nos hermana en el sufrimiento; por otra, nos alienta a no resignarnos a que la igualación de las condiciones de vida sea a la baja, cuando siempre pugnamos porque nos fuéramos igualando hacia arriba. 

En un mundo que se ha hecho más pequeño, necesitamos pensar y actuar en todos los niveles: local, nacional e internacional. Para mundializar los derechos, transformar Naciones Unidas y defender y mejorar la gobernanza global. Necesitamos sumar el conjunto de voces que claman por una visión alternativa a las lógicas y tendencias que gobiernan el mundo hoy. Y para todo esto: necesitamos construir voluntad y creatividad e inteligencia colectiva.

Es el momento para que emerjan otros paradigmas no tenidos en cuenta y generalmente situados en la exclusión: escuchar las voces que llegan desde el feminismo, desde el ecologismo, desde los movimientos por la paz, por el decrecimiento que ayude a frenar el deterioro del planeta…

En el movimiento por la paz hay una larga y profunda experiencia de resistencia ante el sistema: resistencia a hacer la mili, denuncia de los objetivos militaristas, de la opresión, del gasto armamentístico… En su filosofía, en las distintas sensibilidades que crecieron en su seno, se pone de manifiesto cómo posee muchos rasgos de excelencia para la participación, aplicables a otros movimientos, entre ellos:

-La importancia de mantener la coherencia entre fines y medios: que las formas de actuar, de participar y de relacionarse, no son indiferentes, sino que pueden respetar o distorsionar los fines que se persiguen; y que también tienen repercusiones en las personas individuales, tanto de dentro como de fuera del movimiento. 
-Que se pueden encontrar salidas en las que todo el mundo gane, rompiendo los enfoques que tensionan la confrontación de intereses presentándolos como juegos de suma cero, de vencedores y vencidos.
-Que lo importante no es vencer sino convencer.
-Que los conflictos entre grupos se agudizan a través del mecanismo del miedo, el miedo que en general nos paraliza, el miedo al otro que  puede conducirnos a la agresión.
A la disolución del miedo contribuye el fomento de la confianza. La posibilidad de que dos grupos enfrentados convivan ha de basarse en la ruptura del miedo y el establecimiento de la confianza. Y ahí es donde tienen importancia los gestos, las palabras, los signos. El pacifismo propone iniciativas en las que haya acercamiento físico, sea en encuentros formales o informales, esporádicos o permanentes, sea un campamento de jóvenes de las comunidades enfrentadas, sea una fiesta. Cuanto más grande es el conflicto son necesarias más palabras, más encuentros, más diálogo, más escucha, más imaginación para el acercamiento y el desarme.
-Que los cuerpos importan. La no-violencia basa su fuerza en el valor de los cuerpos, en su carga simbólica que, precisamente por ser expresión de la vulnerabilidad humana, les concede la fuerza de la razón frente a la razón de la fuerza. Los artefactos bélicos se diseñan para matar, también para aumentar la distancia entre los cuerpos. Para que no se vean las consecuencias del uso de un arma, de un disparo, que todo suceda como si todo sucediera entre máquinas. 
Como ha escrito Elena Grau, “en las guerras actuales se pone de manifiesto de manera más explícita que nunca que el cuerpo, en el discurso militarista patriarcal, es irrelevante… que la abstracción desencarnada de la sofisticación tecnológica, al convertir en objetivo central de la guerra el cercenamiento de las condiciones de humanidad necesarias para la vida de las poblaciones, se expresa una forma de estar en el mundo que en el pensamiento prescinde de los cuerpos” . Este intento de abstraer el cuerpo, que arraiga en la filosofía occidental y se plasma en las estrategias y el desarrollo técnico de carácter belicista, trata de acallar el potente discurso de los cuerpos, de neutralizar su poder que es así indirectamente reconocido. Su máxima expresión son los drones, siendo los drones autónomos o robot killers, que pueden disparar bajo su propia decisión el máximo extremo de la deshumanización.
El pacifismo se sumó también, aportó razones, a la crítica al saber experto (como hizo el feminismo, o los miembros de otros grupos sociales excluidos). La obtención y explosión de la bomba nuclear marcó el siglo XX, nuestra relación con la política, y nuestra relación con la ciencia. Constituye un punto de inflexión que marca el inicio de una desconfianza que fue creciendo en la segunda mitad del pasado siglo. Una amenaza nuclear que en los últimos tiempos ha regresado, devolviéndonos a una especie de Guerra Fría. 
Como dice Vandana Shiva, la diferenciación entre el ‘saber’, del experto, y la ‘ignorancia’, de todos los demás es reduccionista y constituye una fuente de violencia. Para el reduccionismo el conocimiento es algo uniforme, divisible y abstracto. Bajo esta noción, “la uniformidad permite que el conocimiento de partes de un sistema se presente como conocimiento de la totalidad. La divisibilidad permite la abstracción de conocimientos independientemente de su contexto y crea criterios de validez basados en la alienación y la no participación, que luego se presentan como ‘objetividad’”. 

Tras la locura nuclear, expresada de modo superlativo en el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y reeditada en la crisis de los misiles de los años 80, supimos que determinadas decisiones no pueden ser simplemente dejadas en el marco de la gestión política institucional, asesorada por una comunidad de expertos depositarios de un saber supuestamente neutro (esto es aplicable hoy al mundo de los ‘expertos’ en economía); que no podíamos abdicar de ninguna responsabilidad en función de una representación otorgada mediante el voto.
Las armas nucleares y el mundo que se construyó a su alrededor son el ejemplo más claro de que hay cuestiones demasiado importantes para dejarlas en manos de los expertos. 
El pacifismo asumió este legado crítico y en consecuencia aboga por una participación sustantiva, que no hurte ningún terreno, tampoco el de la ciencia, a la posibilidad de decidir. Esta convicción es un modelo para la participación política general, en el que limitar la participación democrática a la emisión de un voto cada cuatro años es claramente insuficiente.




[1] Presidenta de Honor de WILPF España.



Otras referencias y publicaciones recientes y accesibles de Carmen Magallón

 

Carmen Magallón (2023) “Feministas contra la guerra en el primer tercio del siglo XX”. En Francisco J. Leira Castiñeira (ed.) El Pacifismo en España desde 1808 hasta el ‘No a la guerra’ de Irak’”. Madrid, Akal.

-         (2023) “Investigar y divulgar el legado del feminismo pacifista”, ORGANICOM, Escola de Comunicações e Artes da Universidade de São Paulo, Brasil, ano 19, nº 40, Setembro/Dezembro 2022, pp. 19-31.

DOI: https://doi.org/10.11606/issn.2238-2593.organicom.2022.205831

“Investigar e divulgar o legado civilizatório do feminismo pacifista”

https://www.revistas.usp.br/organicom/article/view/205831/191912

 

-        (2022) “¡Desertad! Reflexiones fragmentarias sobre la guerra, la patria y la igualdad”, DEP. Rivista telematica di studi sulla memoria femminile, Numero 49 – Luglio 2022, Numero straordinario “Non abituarti alla guerra!”. Voci e riflessioni contro la guerra in Ucraina, Università Ca´Foscari Venezia.

https://www.unive.it/pag/45756/

- (2022) La conversa. Carmen Magallón i Antoni Soler conversen sobre la guerra a Ucraïna, Valors, (Joan Salicrú, ed.) (02/06/2022): https://fundipau.org/wp-content/uploads/2022/06/020622RevistaValors-Carmen-Magallon-i-Antoni-Soler.pdf

- (2020) “El extremismo violento: un reto para el feminismo pacifista”, Debats. Revista de cultura, poder y sociedad, 134(2), 15-28. En Monográfico: Tuitear, postear, bloguear: ciberactivismos feministas contra violencias sexistas, por la paz y la igualdad. ISSN 0212-0585 (impreso) ISSN 2530-3074 (digital).

 (Versión en castellano, en catalán y en inglés)

https://revistadebats.net/article/view/2799

 

… y en los libros:

Carmen Magallón (2006) Mujeres en pie de paz. Pensamiento y prácticas. Madrid, Siglo XXI.

Carmen Magallón (2012) Contar en el mundo. Una mirada sobre las Relaciones Internacionales desde las vidas de las mujeres, Madrid, Horas y horas.




https://carinena.es/event/exposicion-100-anos-wilpf/


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jueves, 11 de abril de 2024

El peligro de postergar y de dar todo por sentado


 Lecciones de vida.

En la cotidianidad de la vida diaria algunas personas casi sin pensar o mejor dicho sin pensarlo, vamos cayendo en la peligrosa costumbre de postergar y de postergarnos, en una especie de autosabotaje en el que vamos dejando  para mañana sueños, planes y proyectos de vida, pero también muchas veces asuntos relacionados con el cuidado de nuestra salud física mental o emocional.

En ocasiones vamos posponiendo indefinidamente la solución de determinado conflicto interior o con alguien más, cosa que de un modo o de otro nos afecta negativamente, o tal vez sacándole la vuelta al abandono de cierta práctica nociva, a algún mal hábito, al tratamiento médico de alguna clase de adicción que tengamos, etc..

Continuando así hasta que llegamos a un punto de inflexión en el que nos damos cuenta de que no hay vuelta atrás, que el avance natural de las cosas nos alcanzó deteriorando probablemente de forma irreversible nuestra salud, y la calidad de vida que pudimos haber tenido, si hubiéramos tomado la responsabilidad, la decisión y el control a su debido tiempo.

El riesgo qué hay en ese “después”, en ese “ahora no es el mejor momento”, en ese “cuando las condiciones cambien”, y en ese “lo haré el próximo día mes o año”…es que vamos perdiendo tiempo que no regresa y oportunidades que muy probablemente no volvamos a tener.

Otro grave peligro de la postergación, es el peligro de dar todo por sentado  a nuestro alrededor como si las personas, las cosas y nosotros mismos/mismas tuviésemos el don divino de la eternidad, como si tuviéramos asegurado el futuro con todo el tiempo del mundo a disposición de nuestra voluntad a menudo necia negligente y soberbia.

Y así nos estancamos en la frustración de ese postergado “mañana…después …algún día”, que nunca termina de llegar para nuestros anhelos, ideas y propósitos de realización personal, llenándonos de insatisfacción, infelicidad y amargura perjudicando nuestra salud y nuestra relación con el entorno en el que pasamos el día a día.

Estancándonos de igual modo en la lamentable pérdida de tiempo a la que nos conduce la equivocada costumbre de dar por hecho todo, de asumir que todo estará o todos y todas estaremos disponibles permanentemente tal como si fuésemos inmortales, cuando lo único cierto que existe es que nada ni nadie permanece para siempre.

El peligro de postergar y de dar todo por sentado es que nos distrae del hecho de que la vida puede cambiar o incluso irse de un momento a otro,  el posponer  no sólo nos hace olvidar que el tiempo humano se agota, sino también nos hace no ver, no oír, ignorar, o no saber interpretar las señales que intentan decirnos algo importante en el camino.

El aquí y el ahora es el tiempo perfecto para comenzar a amarnos cuidarnos y realizarnos, pero también para dar y recibir amor, para pedir perdón y perdonar, para sanar viejas o recientes heridas emocionales y  rencores, dándonos la oportunidad de crear con esa o esas personas bonitas nuevas memorias.

Reparar nuestras relaciones interpersonales indudablemente siempre se traducirá en sanidad  emocional y paz mental , por consiguiente en el bienestar que todos/todas necesitamos y merecemos.

Que el reloj de la vida no nos sorprenda dejándonos sin tiempo para la reflexión y el hacer, demos hoy el primer paso y los pasos que sean necesarios en lo sucesivo para evitarnos la carga del arrepentimiento, la culpa y de la inutilidad del “y si yo…y si mejor…y si hubiera”, porque como es bien sabido, el hubiera no existe.

Nuestra salud, nuestra superación personal y nuestros entrañables afectos, son asuntos en los que posponer dando todo por seguro, podría pasarnos una alta factura difícil de pagar!

Galilea Libertad Fausto 


Créditos de la ilustración a quien corresponda.

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jueves, 4 de abril de 2024

¿Por qué hablar del feminismo pacifista internacionalista? 1/3

Carmen Magallón *

El internacionalismo feminista nació buscando conseguir los mismos derechos que los hombres, en particular el derecho a voto. La Alianza Internacional de Mujeres por el sufragio reunía a principios del siglo XX a millones de mujeres. Pero la I Guerra Mundial dividió a las sufragistas. Algunas decidieron apoyar a sus países en guerra, vivir el patriotismo al modo de los hombres. Y otras, una gran mayoría, decidieron que tenían que pensar por su cuenta, no seguir los dictados de sus países, sino oponerse a la guerra. Mujeres de distintas ideologías y procedencias que formaban parte del movimiento sufragista se reunieron en La Haya, el 28 de abril de 1915, en lo que fue el Primer Congreso Internacional de Mujeres. Sindicalistas de distintos países, laboristas británicas, mujeres de organizaciones tan diversas como las Trabajadoras Agrícolas de Hungría, la Liga para la protección de los Intereses de los Niños de Holanda o la Asociación de Mujeres Abogadas de Estados Unidos (Nash, 154).  

Este congreso marcó un hito simbólico ya que en él se sentaron las bases de un movimiento internacional de mujeres por la paz, de un feminismo internacionalista pacifista. Fueron alrededor de un millar de mujeres (1136 mujeres con voto y más de 300 visitantes y observadoras) representando a unas 150 organizaciones de 12 países, beligerantes y neutrales. Se reunieron para elaborar una estrategia de paz, protestar contra la locura y el horror de la guerra y hacer un llamamiento a la mediación inmediata de los países neutrales.

En este comienzo es importante señalar : 

Una, que la opción por la paz, para las mujeres, es una opción libre. No todas la eligen. Por ser libre es más valiosa, y además niega que sea la pertenencia a un cuerpo lo que nos hace ser pacíficas o violentos. La dicotomía mujer pacífica/hombre violento es un estereotipo más de género que no favorece para nada el crecimiento de culturas de paz. Hombres y mujeres podemos trabajar juntos para conseguir la paz.
Dos, esta historia muestra cómo desde una situación de exclusión pueden emerger paradigmas nuevos, nuevas miradas con soluciones diferentes. No es la pertenencia a un sexo lo que permite pensar de manera diferente, sino el tener una experiencia diferente, una experiencia de exclusión. Es necesario, pues, escuchar a los grupos excluidos, no sólo por justicia, que también y por supuesto, sino porque en ellos, en sus vidas, en su pensamiento y en sus prácticas, crecen nuevos paradigmas sociales, nuevas formas de entender y ejercer el poder, el desarrollo económico, el trabajo, el conocimiento, los conflictos y la convivencia; en suma, la vida y las relaciones sociales. Como dentro de los grupos excluidos, las mujeres son mayoría, por la doble razón de haber sido excluidas del ámbito público, en el pasado y en muchos lugares todavía hoy, y porque forman parte, son la mitad, del resto de grupos excluidos, escuchar a las mujeres y aprender de su historia, es una contribución que no hemos de pasar por alto.

Todas ellas siguen en la estela de las fundadoras de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, más conocida por sus siglas en inglés, WILPF: Women’s International League for Peace and Freedom, organización que este año cumple los 109 años . 

¿Quiénes eran sus fundadoras? Eran mujeres como Jane Addams, reformadora social norteamericana, sufragista y antimilitarista, que recibiría el Nobel de la Paz en 1931 y que creó el movimiento de las Settlement House en los Estados Unidos. Eran estos una especie de centros culturales que comenzaron acercando la cultura a los barrios pobres –el primero, en Chicago- y fueron evolucionando en el compromiso por mejorar las condiciones sanitarias de los vecinos, las jornadas laborales, los salarios, promoviendo la sindicación, la organización obrera, luchando contra la esclavitud infantil, entre otras causas. 

Las fundadoras de WILPF eran mujeres de clase media, con formación académica, algunas de ellas graduadas en Oxford o Cambridge, que hablaban varios idiomas y no se arredraban ante viajes y dificultades. Rosika Schwimmer, por ejemplo, era capaz de hablar nueve idiomas. En su mayoría pertenecientes a la rama moderada del sufragismo, se orientaban hacia una visión del feminismo que no excluía ningún asunto en la búsqueda de la participación política plena para las mujeres.  Era un feminismo transnacional, que se interesaba por la economía y las relaciones internacionales y que consideraba fundamental establecer acuerdos para afrontar los conflictos internacionales de una manera civilizada. Según Vellacot, para nada se trataba de “un conjunto de mujeres socializadas para la subordinación amable, reaccionando con el disgusto apropiado a los horrores de la guerra, y ansioso de cumplir el rol maternal de aplicar vendas a las heridas que los muchachos se habían infligido unos a otros.” 

Ellas creían realmente en la posibilidad de solucionar las disputas de otro modo, a través de un arbitraje internacional. Querían influir en la marcha de los acontecimientos, no estaban dispuestas a tener un papel subordinado, aplicándose a las tareas de arreglar los desastres que la guerra causaba. 

Las impulsoras del Congreso de La Haya, no estaban allí dejando de lado el feminismo para afrontar cuestiones que podrían considerarse más importantes que los derechos de las mujeres. No. Promovieron el Congreso porque “para ellas la cuestión de la guerra y la paz era una preocupación feminista, un desarrollo lógico de su comprensión de lo que significaba un rol de igualdad, pleno, de las mujeres”

El Congreso adoptó veinte resoluciones, bajo seis capítulos. En el conjunto de las resoluciones destacaban: la creación de una conferencia de naciones neutrales que sin dilación habría de ofrecer una continua mediación (Resolución 4); la petición de que se oyera la voz de las mujeres en los Acuerdos de paz, a través de una conferencia de mujeres organizada en el mismo lugar donde se firmaran (Resolución 9) y que los acuerdos alcanzados por el Congreso se llevaran a los dirigentes de los países beligerantes y neutrales de Europa, así como al Presidente Wilson, de los Estados Unidos .

Dos delegaciones del Congreso de mujeres de La Haya recorrieron Europa, yendo a visitar a los Ministros de Asuntos Exteriores tanto de los países beligerantes como de los neutrales. Mientras en su país no tenían derecho al voto, la convicción y el empuje de estas mujeres hizo que, en la práctica, ejercieran de embajadoras de la paz, y fueran recibidas y escuchadas con respeto, por los líderes de 14 capitales, primeros ministros y Ministros de Asuntos Exteriores; entre ellos, el rey de Noruega, el Papa y el Presidente de los EEUU.
Eran de clase media, pero empezaron a sensibilizarse y mientras convivían con los más pobres, fueron radicalizándose, viendo las terribles injusticias: la esclavitud infantil, las jornadas interminables, las deficientes condiciones sanitarias de las familias obreras… Su trabajo iba desde el terreno local al internacional. Influían en los políticos y hombres de las estructuras de poder para cambiar las cosas. Sus propuestas insistían en la necesidad de tener organismos internacionales para dirimir los conflictos de manera pacífica. E influyeron en la filosofía de fondo y la creación de la Sociedad de Naciones, antecesora de las Naciones Unidas. Desde el principio tuvieron estatus consultivo en la ONU.
Uno de los rasgos característicos de esta tradición, que podemos llamar de feminismo pacifista es que desde el primer momento su objetivo fue incidir en la política internacional, trató de contar en el ámbito internacional a través de las alianzas y la interpelación al poder. En especial, destaca su incidencia en la estructura de las Naciones Unidas, y que proyectó en particular en las conferencias sobre la Mujer organizadas por la ONU, en México D.F. (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Pekín (1995).
Esta organización, ha seguido trabajando a lo largo de estos más de cien años, en los que hemos visto nacer muchos otros grupos de mujeres –y hombres- comprometidas con la causa de la paz. Hoy WILPF está extendida en 40 países, mantiene oficinas en Ginebra y N. York, y desarrolla su trabajo de incidencia en los organismos internacionales. Es reseñable decir que fue una de las organizaciones que logró que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobara la Resolución 1325, iniciadora de la Agenda Mujeres paz y seguridad.

Más allá de la consideración de víctimas

Generalmente se habla de las mujeres como víctimas. Pero verlas sólo como víctimas impide aprender del potencial civilizatorio de su experiencia, empezando por su compromiso histórico con la causa de la paz. El movimiento por la paz es uno de los movimientos sociales que más mujeres ha involucrado. No porque, como algunos piensan, seamos más pacíficas que los hombres. No. Las mujeres también son capaces de ejercer la violencia. Pero su condición de excluidas les ha permitido pensar desde fuera del paradigma dominante, pensar con otras palabras y desarrollar otras prácticas, en la línea de la diferencia de la que escribió Virginia Woolf en Tres Guineas. 

Lo que pienso y escribo subraya el valor del legado no reconocido de una mayoría de mujeres del mundo: las prácticas de cuidado llevadas a cabo por tantas mujeres anónimas (que en medio de la violencia armada o la miseria siguen dando de comer, yendo a buscar agua… sosteniendo la vida) ; y el pensamiento y la acción de las que se organizaron para trabajar por la paz. Agradezco lo que he aprendido de ellas, de las mujeres de la revista En pie de paz, de Mujeres de Negro, de las Madres de Plaza de Mayo, de las Comadres del Salvador, de las Mujeres de la Ruta Pacífica en Colombia, de las mujeres mazahuas en México, de las mujeres de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), etc.



En las últimas décadas ha habido mujeres que se organizaron: a) Para oponerse a la guerra o las políticas militaristas y de agresión que llevaban a cabo sus gobiernos (Israel, Serbia, Liberia…). 
b) Para acercar, a través de la relación y la búsqueda de puntos comunes, a personas de grupos enfrentados, de los que ellas forman parte; para romper las barreras entre bandos que peleaban y acercar comunidades divididas y enfrentadas (palestinas e israelíes; turco-chipriotas y grecochipriotas…) . 
c) Para la búsqueda de soluciones no militares a conflictos estructurales. 
d) Contra la impunidad: para que no se repitan los genocidios, las desapariciones y las persecuciones sufridas por determinados grupos humanos (madres de Plaza de Mayo, Comadres del Salvador, viudas de Guatemala…). 
e) Para apoyar a mujeres viviendo en situaciones de guerra o de falta de libertad y derechos humanos, en países distintos al suyo. 
f) Para lograr que el trabajo de base de las mujeres cuente en la toma de decisiones (trabajo de lobby, por ejemplo el que lleva a cabo ONU Mujeres, mujeres del Parlamento Europeo, y algunos grupos y mujeres de EEUU).



 *Presidenta de Honor de WILPF España. 


Otras referencias y publicaciones recientes y accesibles de Carmen Magallón

 

Carmen Magallón (2023) “Feministas contra la guerra en el primer tercio del siglo XX”. En Francisco J. Leira Castiñeira (ed.) El Pacifismo en España desde 1808 hasta el ‘No a la guerra’ de Irak’”. Madrid, Akal.

-         (2023) “Investigar y divulgar el legado del feminismo pacifista”, ORGANICOM, Escola de Comunicações e Artes da Universidade de São Paulo, Brasil, ano 19, nº 40, Setembro/Dezembro 2022, pp. 19-31.

DOI: https://doi.org/10.11606/issn.2238-2593.organicom.2022.205831

“Investigar e divulgar o legado civilizatório do feminismo pacifista”

https://www.revistas.usp.br/organicom/article/view/205831/191912

 

-        (2022) “¡Desertad! Reflexiones fragmentarias sobre la guerra, la patria y la igualdad”, DEP. Rivista telematica di studi sulla memoria femminile, Numero 49 – Luglio 2022, Numero straordinario “Non abituarti alla guerra!”. Voci e riflessioni contro la guerra in Ucraina, Università Ca´Foscari Venezia.

https://www.unive.it/pag/45756/

- (2022) La conversa. Carmen Magallón i Antoni Soler conversen sobre la guerra a Ucraïna, Valors, (Joan Salicrú, ed.) (02/06/2022): https://fundipau.org/wp-content/uploads/2022/06/020622RevistaValors-Carmen-Magallon-i-Antoni-Soler.pdf

- (2020) “El extremismo violento: un reto para el feminismo pacifista”, Debats. Revista de cultura, poder y sociedad, 134(2), 15-28. En Monográfico: Tuitear, postear, bloguear: ciberactivismos feministas contra violencias sexistas, por la paz y la igualdad. ISSN 0212-0585 (impreso) ISSN 2530-3074 (digital).

 (Versión en castellano, en catalán y en inglés)

https://revistadebats.net/article/view/2799

 

… y en los libros:

Carmen Magallón (2006) Mujeres en pie de paz. Pensamiento y prácticas. Madrid, Siglo XXI.

Carmen Magallón (2012) Contar en el mundo. Una mirada sobre las Relaciones Internacionales desde las vidas de las mujeres, Madrid, Horas y horas.



https://mujerdelmediterraneo.heroinas.net/2022/05/las-mujeres-y-la-i-guerra-mundial-13.html


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viernes, 15 de marzo de 2024

El reto emocional, familiar y social de las madres que trabajan fuera de casa

 El modelo tradicional de la familia y el papel que nos toca a las mujeres desempeñar dentro de esta, especialmente en la cultura latinoamericana, no nos deja mucho margen de acción para el desarrollo, la realización personal y mucho menos para el esparcimiento.

En éste patrón cultural nuestro papel protagónico es dentro de la casa al cuidado de el esposo, los hijos, los enfermos y los adultos mayores, labores que tenemos que realizar diariamente si o si aún si trabajamos fuera del hogar, sólo entonces somos consideradas buenas esposas, buenas madres, buenas hijas, buenas hermanas, buenas nietas etc.

Con esta creencia tanto personal como socialmente se nos hace muy difícil salir de este modelo de vida, sin sentirnos o sin que nos hagan sentir culpables los demás.

La presión que sentimos diariamente  al querer cumplir con todas las expectativas que de nosotras se tienen en la familia, el trabajo, la iglesia y la comunidad en general aunadas a nuestras propias exigencias, terminan produciéndonos un alto nivel de estrés y ansiedad.

Para una mujer que es madre el tener la necesidad económica de  salir a trabajar le resulta doloroso, en el sentido de separarse de sus hijos por tantas horas dejándolos al cuidado de alguien más, ya que el estar conscientes de los beneficios materiales que su trabajo aporta a la economía familiar, no evita el sentimiento de culpa que le produce el no poder estar con ellos de tiempo completo; esto se debe principalmente al gran amor de madre que siente, pero también a la idea de que no está cumpliendo al cien por ciento con su deber maternal, como se lo hacen sentir la actitud de tristeza y reclamo de sus pequeños y pequeñas, además de las miradas y opiniones negativas de las demás personas (hombres y mujeres), dentro y fuera de la familia.

 En el caso de las mujeres que criamos solas a nuestros niños/niñas por la razón que sea, teniendo que ser a la vez padre-madre y único sostén de la casa, el conflicto interior es todavía más grande. Por un lado, sabemos que estamos supliendo las necesidades económicas de nuestra familia y eso nos llena de tranquilidad y orgullo, pero por el otro lado reconocemos las necesidades de tiempo compartido y de comunicación diaria que no estamos pudiendo satisfacer a quienes tanto amamos.

El que tengamos que salir a trabajar, en ocasiones también a estudiar y el hecho de que el padre de nuestros hijos no esté presente por el motivo que sea, nos hace sentir culpables y empezamos a buscar el perdón de nuestros hijos/hijas, intentando compensarles por las horas que no estamos en casa y por el padre ausente, cumpliéndoles todos sus caprichos y exigencias, tolerando diferentes tipos de mal comportamiento, comprándoles un montón de regalos y cosas que muchas de las veces no necesitan, sin darnos cuenta de que con eso sólo estamos transmitiéndoles un mensaje equivocado como si en verdad fuésemos culpables y entonces, ante sus ojos pasamos de ser una súper mamá, su heroína favorita ...a la malvada villana del cuento de sus vidas y que por lo tanto tienen el derecho y el poder de castigarnos.

Nuestros hijos y nuestras hijas tienen una gran inteligencia y capacidad para entender, y adaptarse a los cambios que sean necesarios hacer en la dinámica familiar, pero; somos nosotras quienes primero tenemos que estar convencidas de que estamos haciendo lo correcto, de que el estudiar, el trabajar, incluso el dedicar algo de tiempo para el cuidado de nuestra salud y bienestar físico, mental, emocional y espiritual no es egoísmo ni tampoco es faltar a la responsabilidad de ser madres, sino que por el contrario, estos son actos de amor con los que pretendemos darles lo mejor de nosotras mismas, estar bien para ellos y ellas; a la vez que poder ofrecerles una mayor estabilidad económica y en todos los aspectos que les sirva de base para su vida adulta… es amarles!

Les conocemos mejor que nadie y sabemos la forma exacta y el tiempo indicado para hablarles, para explicarles de una manera suave pero realista  de acuerdo a la edad que tengan, el porqué y el para qué de lo que hacemos o no hacemos, que el hecho de que no estemos de tiempo completo a su lado tiene una buena razón de ser, y eso no nos convierte en malas madres, ni significa que no les amemos.

Si somos capaces de cambiar nuestro propio esquema mental, y comprender que el modelo exprimente con el que hemos sido educadas está equivocado, que no corresponde a la realidad y a las necesidades de la familia actual, entonces estamos listas para cambiar el concepto de que las mujeres somos las mayores responsables de todo todos y todas, y por lo tanto culpables de lo malo que sucede en el hogar y en la sociedad.

No es necesario llenarnos la vida de presiones, ansiedad y estrés tratando de cumplir con las altas exigencias y expectativas que nos han y que nos hemos echado a cuestas, es el momento de romper con los roles y estereotipos de género que existen y empezar a delegar responsabilidades a todos los demás integrantes de la familia y en el trabajo, no somos de acero ni tenemos super poderes, el agotamiento físico mental y emocional tarde o temprano nos cobra la factura.

Como madres tenemos la oportunidad de establecer diferentes patrones educativos, de formar nuevas generaciones de niños y niñas con una mentalidad de cooperación e igualdad en el entorno que les rodea, que sean además  capaces de valorar y agradecer todo lo que mamá y otras personas hacen y les dan, con la comprensión de que hay un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar, que la paciencia, el esfuerzo y la unión familiar siempre traerán su recompensa!.


Galilea Libertad Fausto.


Créditos de la foto a quien corresponda.

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viernes, 8 de marzo de 2024

8M Listado de leyes y medidas de seguridad para las mujeres en México

 


En un país históricamente machista ,misógino, feminicida y corrupto en donde además la impunidad sigue predominando, es un gran primer paso la. creación y aprobación de leyes y medidas de protección para mujeres y niñas, un segundo gran paso será el permanente y debido cumplimiento de esas leyes sin ningún tipo de excepciones, y la correcta ejecución y buen funcionamiento de esas medidas de seguridad. En este sentido la observancia, la presión y el trabajo feminista es fundamental!

Aquí una  mención a muy grosso modo de leyes y estrategias de protección existentes en México:

1- Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres.

2- Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

3- Reglamento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

 4- Ley Olimpia, castiga el acoso digital y tipifica como delito contra la intimidad sexual grabar, tomar fotos o difundir imágenes o mensajes de contenido sexual sin consentimiento.

Ley Sabina, sanciona a los padres deudores de pensión alimenticia.

5- Ley Malena, tipifica el delito de violencia por ataques con ácido, sustancias químicas o corrosivos que causen daños a la integridad de las mujeres, adolescentes, niñas, niños, personas transgénero, y con discapacidad.

Leyes adicionales en el Estado de México:

Ley de Desarrollo Social del Estado de México.

Ley para la Coordinación y Control de Organismos Auxiliares del Estado de México.

Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Estado de México.

Ley del Adulto/A Mayor del Estado de México.

Medidas de seguridad:

Botón Rosa, una aplicación para mujeres en su teléfono celular que alerta a las autoridades en caso de peligro.

Botón de Emergencia en la Ciudad de México, están colocados en postes que tienen cámaras de vigilancia, en caso de peligro pueden oprimirlos para recibir auxilio policial.

Transporte Rosa, servicio exclusivo para mujeres y niñas/niños en horas pico que pretende erradicar el acoso a las mujeres en el transporte público.


Galilea Libertad Fausto.

Créditos de la fotografía a quien corresponda.

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viernes, 1 de marzo de 2024

El rojo pasado del Día Internacional de la Mujer


 La conmemoración del 8 de marzo nació roja socialista con nombre y apellido”, Teresa Rodríguez de la Vega.

En efecto, tal y como verazmente lo expone esta reconocida socióloga y académica mexicana, a esta por demás importante fecha en un principio (1910) se le nombró: Día Internacional de la Mujer Trabajadora, esto hasta que en 1975 la Organización de las Naciones Unidas (ONU), borró su origen socialista y por ende anticapitalista, declarándolo oficial y únicamente como: Día Internacional de la Mujer.

En vísperas del 8M, nos viene bien hacer un poco de historia y  hablar de que no sólo su nombre fue modificado, sino también su propósito, pasando de ser una conmemoración con objetivos de denuncia  social y de lucha muy específicos, a ser popularizado como un día festivo para celebrar y agasajar a las mujeres con regalos y frases bonitas,  por el único hecho biológico de ser mujer y nada más.

El gran problema de esta versión rosa del Día Internacional de la Mujer, no es el acto muy merecido y por demás necesario de consentirnos y que nos consientan, el conflicto real es el hecho de que esta versión pirata suplanta y permea en el inconsciente colectivo, borrando la intención original de su creación.

Sin embargo, esta interpretación fue la primera que mi generación y yo conocimos en nuestra pre-adolescencia a finales de los años setenta, y fue la que predominó internacionalmente hasta al rededor del 2010 que el movimiento feminista de la cuarta etapa, comenzó a poner de nuevo en la esfera pública la esencia y el propósito original de esta fecha, devolviéndole su debida categoría de conmemoración.

Es el 8M  que millones de mujeres feministas nos organizamos y manifestamos alrededor del mundo, participando en diversas actividades académicas y marchas multitudinarias por nuestros derechos, la igualdad y la eliminación de la violencia de género portando en nuestra vestimenta el morado, verde o anaranjado.

Y seguramente incluiríamos al rojo si se diera a conocer más que, precisamente el rojo fue el  color de que se vistió el primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora,  llevado a cabo el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza;  y que rojo también fue el simbólico color de la primera manifestación ya realizada el 8 de marzo de 1914.

Esta conmemoración tiene una historia surgida de la desigualdad opresión y explotación que sufrían las mujeres proletarias en las fábricas de Europa y Estados Unidos a principios del siglo pasado, nació de mujeres socialistas que desde su pobreza, su hartazgo y su indignación comenzaron a organizarse y a manifestarse simultáneamente en diferentes países.

Una de las acciones de mayor impacto que realizaron estas aguerridas mujeres, fue ponerse en huelga laboral dentro de la industria textil ya que esta era una de las más explotadoras de la época utilizando mayoritariamente a mujeres, niñas y niños por ser la mano de obra más barata.

Entre las más importantes están la huelga de ocho meses de las trabajadoras del Algodón en Manchester (Inglaterra) en 1853, la de las costureras de Nueva York en 1857, en 1909 también en Nueva York veinte mil obreras se declaran en huelga en la Compañía de Blusas Triangle, y el día 10 de enero  de 1912 estalla la llamada huelga del Pan y las Rosas realizada en Lawrence, Estados Unidos, las mujeres exigían “pan y rosas”. El pan simbolizaba conseguir un salario adecuado y las rosas tener mejores condiciones de trabajo y una vida digna.

Aquí algunos otros eventos trascendentales en el camino hacia la conmemoración que hoy nos ocupa:

En 1906 se dio el congreso de mujeres alemanas, 1907 Primera Conferencia internacional de Mujeres Socialistas, en mayo de 1908 en el teatro Garrick de Chicago se presentó: ”Día de la Mujer”, un acto a favor de la causa de las obreras y en contra de la opresión a las mujeres, el 28 de febrero de 1909 se celebra por primera vez en EEUU el Día Nacional de la Mujer que fue organizado por mujeres socialistas.

En 1910 se celebra la Segunda Conferencia internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague (Dinamarca), y es ahí precisamente en donde la política y defensora de los derechos de la mujer Clara Zetkin, de origen alemán hace la propuesta de crear un Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que es aprobada unánimemente aunque sin tener todavía un día específico para llevarlo a cabo.

El 8M es enormemente significativo para nosotras, y sea que lo consideremos una celebración o una conmemoración (que en mi personal opinión una cosa no está peleada con la otra, siempre y cuando no perdamos de vista el propósito principal), en cualquier caso, la realidad es que esta importante fecha se la debemos a la decisión, valentía, organización, sufrimiento; y arduo trabajo feminista socialista de invaluables mujeres como Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Aleksandra Kolontái y a otras miles de Heroínas que aunque desconocidas, igualmente lucharon por la igualdad de derechos incluyendo el voto femenino.

u revolución obrera se dió a la par del también importante movimiento  de mujeres sufragistas burguesas, pero con la diferencia de que las sufragistas pobres sí contemplaban en la fallida estructura la problemática de la lucha de clases, y la necesidad absoluta de eliminarla.

 En definitiva, es un hecho innegable que Día Internacional de la Mujer nació de un feminismo rojo,  proletario, anti clasista, y por consiguiente anticapitalista, logrando desde su gestación nacimiento e instauración enormes avances para la libertad, los derechos, la seguridad, el bienestar y el desarrollo de mujeres y niñas, de ahí que se entienda la propuesta de algunas destacadas académicas de replantear la agenda feminista, pero desde una perspectiva socialista. Definitivamente algo para reflexionar!

Galilea Libertad Fausto.

Créditos de la ilustración a quien corresponda.

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miércoles, 14 de febrero de 2024

Alianza Internacional de Mujeres



La decisión para la creación de la  Alianza Internacional de Mujeres  fue tomada en Washington en 1902 por las  sufragistas Susan Brownell Anthon y Elizabeth Cady Stanton,  el 14 de febrero de 1902 como reacción a la reticencias del Consejo Internacional de Mujeres para apoyar el sufragio femenino.​

 La Alianza se constituyó formalmente durante la segunda conferencia en Berlín en 1904 como International Woman Suffrage Alliance (IWSA), y tuvo su sede en Londres durante gran parte de su historia.​ Sus fundadoras fueron Carrie Chapman Catt, Millicent Fawcett, Helene Lange, Susan B. Anthony, Anita Augspurg, Rachel Foster Avery y Käthe Schirmacher.

La Alianza Internacional de Mujeres (inglés: International Alliance of Women (IAW), francés: Alliance Internationale des Femmes (AIF), alemán: Internationaler Frauen-Verband)​ es una organización internacional no gubernamental que trabaja para promover los derechos humanos de las mujeres y niñas en el mundo. Fue fundada en 1904 en Berlín con el nombre de Alianza Internacional para el Sufragio Femenino International Woman Suffrage Alliance (IWSA) por Carrie Chapman Catt, Millicent Fawcett, Susan B. Anthony y otras sufragistas implicadas en la campaña por el sufragio de las mujeres en todo el mundo.

La IWSA tenía su sede en Londres, y era la principal organización internacional de sufragio femenino. En la actualidad trabaja sobre todo en un amplio enfoque de derechos humanos de mujeres y niñas. Hoy representa a más de 50 organizaciones en todo el mundo que comprenden varios cientos de miles de miembros, y tiene su sede en Ginebra.

Desde 1926, la organización tenía fuertes vínculos con la Liga de las Naciones. Desde 1947, la IAW ha tenido carácter consultivo general de la Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. El IAW también tiene estatus consultivo ante el Consejo de Europa.


Tiene representantes en la sede de la ONU en Nueva York, la oficina de la ONU en Ginebra, la oficina de la ONU en Viena, la UNESCO en París, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en Roma y el Consejo de Europa en Estrasburgo. También tiene representantes en la Liga Árabe en El Cairo y el Consejo de Países del Golfo en Riad, y es miembro influyente del Lobby Europeo de Mujeres en Bruselas. Su presidenta y representante principal ante las Naciones Unidas es Alison Brown. Su actual representante principal de la ONU en Nueva York Soon-Young Yoon también es presidenta del Comité de ONG sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, Nueva York y Primera Vicepresidenta de la Conferencia de ONGs. Los idiomas de trabajo oficiales de la IAW son inglés y francés.


Entre los congresos posteriores se celebraron en Copenhague (1906), Ámsterdam (1908), Londres (1909), Estocolmo (junio de 1911) y Budapest (1913). La Unión Francesa para el Sufragio Femenino (UFSF), fundada en febrero de 1909, fue reconocida formalmente por el congreso de la IWFA en Londres en abril de 1909 como representante del movimiento sufragista francés. La IWSA también publicó su propio periódico mensual, el Jus Suffragii. La IWSA, influenciada por Millicent Fawcett contra la militancia de las sufragistas al estilo de Emmeline Pankhurst, inicialmente rechazó la membresía en el WSPU en su reunión de Copenhague de 1906.

A fines de la década de 1920, la organización cambió su nombre a Alianza Internacional de Mujeres para el Sufragio y la Igualdad de Ciudadanía, y en 1946 se modificó a su nombre actual, Alianza Internacional de Mujeres. La primera Junta Ejecutiva incluyó a Carrie Chapman Catt (Presidenta), Anita Augspurg (primera Vicepresidenta), Donovan Bolden (2.ª Vicepresidenta) y Rachel Foster Avery (Secretaria).


La primera presidenta de la organización, Carrie Chapman Catt, también fundó la Liga de Mujeres Votantes en Estados Unidos durante su presidencia.


 


https://www.heroinas.net/2018/04/millicent-garrett-fawcett-lider-por-50.html

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sábado, 10 de febrero de 2024

Hablemos del amor


 ““De niña pensaba que una vida sin amor no valía la pena. Ojalá pudiera decir que llegué a esta conclusión porque tenía amor a raudales, pero fue precisamente la carencia de amor lo que hizo que me percatara de lo importante que era”.

Así comienza diciendo la escritora, activista social y feminista estadunidense bell hooks en el prefacio de su ensayo: todo sobre el amor (nombre personal y título del libro escrito en minúsculas por respeto a la decisión de ella misma), poniéndonos instantáneamente en la reflexión de la enorme relevancia que tiene la falta o la abundancia de amor en nuestra vida.

Y es en febrero que sobre todo en las sociedades occidentales capitalistas, el amor y la amistad se ponen de moda en la fugaz fiebre del día de San Valentín. Pero la celebración de un día al año con intercambio de regalos incluido, no es en realidad prestar atención a este sentimiento y a la manera en la que lo expresamos.

Por otra parte el amor no es un tema del que se deban ocupar sólo los enamorados y las mujeres, el concepto y la práctica del amor es algo que nos concierne a todos y a todas.

En un mundo en el que impera el individualismo, la falta de afecto, de empatía, el racismo, la violencia, las guerras y la cada vez más creciente deshumanización, se hace más que necesario, urgente que nos replanteemos la idea que tenemos del amor,  y en un ejercicio individual diario de deconstrucción y construcción, sería bueno comenzar a ver el amor desde la perspectiva que nos propone bell hooks:

“El amor como una fuerza activa que debe permitirnos establecer una comunión más profunda con el mundo.

“El amor como un poderoso movimiento social y revolucionario capaz de sanar y construir el mundo como un espacio más justo y honorable”.

Es prioritaria una re significación individual y colectiva ya que sí, es verdad que el amor es algo personal pero también es un asunto social y político que de un modo o de otro, nos afecta a todos y a todas, por lo mismo como sociedad necesitamos volver a mirar y reconocer que el amor no forma parte de la estructura del sistema de dominación patriarcal en el que vivimos y que la falta de ese vital componente, es el nefasto origen entre muchas otras cosas, de la injusticia social y de la violencia de género.

“El patriarcado es la enfermedad social más peligrosa para la vida que ataca el cuerpo y el espíritu masculino” nos dice nuevamente bell hooks.

Y aquí cabe agregar que las mujeres como dadoras cuidadoras y creadoras de vida, somos quienes históricamente hemos recibido y seguimos recibiendo los peores efectos de dicha enfermedad.

De ahí que continuando con el tema del amor y adentrándonos  de lleno en su impacto en la vida amorosa femenina, y en intención sanadora propongo que en una autorreflexión nos preguntemos como mujeres, si realmente reconocemos las heridas que nos causan los roles de género, el desamor, la falta de respeto y de compromiso de nuestra pareja?, estamos conscientes de lo dañina que puede ser la forma en que amamos y en la que supuestamente nos aman?.

Para poder respondernos quizá deberíamos  comenzar por preguntarnos qué es el amor?, desde nuestra perspectiva de mujer que significa amar y ser amada?

“La idea del amor no es universal”nos dice la antropóloga, feminista y escritora mexicana Marcela Lagarde, lo que nos lleva a la comprensión de que no existe una definición única del amor ni del acto de amar que aplique para todas, por lo tanto cada una tendrá respuestas distintas basadas en la propia experiencia de crianza, de vida y de su particular entorno geocultural, porque como ya hemos dicho el concepto y la práctica del amor no es sólo algo personal, también es social cultural y político.

Y por lo tanto más allá de ser un sentimiento,el significado y la manera de manifestar el amor es un modelo de conducta que se aprende desde la infancia al interior de una estructura social de género. Desde ahí es que se inicia la disparidad en las relaciones afectivas entre los dos sexos, y no es que seamos de planetas diferentes como sugiere el título de cierto libro, hombres y mujeres amamos de manera distinta porque el patrón amoroso que se usa para la formación de niños y niñas no es el mismo.

La mayoría de nosotras hemos sido formadas en esa especie de escuela familiar religiosa y social que prepara a las mujeres desde la infancia para ser de y para los hombres, como bien explica Simone de Beauvoir en su ensayo El Segundo Sexo. 

Ancestralmente a nosotras se nos ha enseñado a dar amor sin límite y a ellos a dar con medida, las mujeres amamos desde el corazón…los hombres desde la razón, de ahí la diferencia que tenemos para sentir definir y expresar el amor. 

Su concepto surge de la abundancia de seres privilegiados y amados históricamente, y el nuestro del generacional abandono, carencia y hambre de afecto.

Y en este modelo patriarcal desigual afectivo los hombres son el sujeto y las mujeres somos el objeto del amor,  situándonos en eso que la socióloga y feminista italiana Franca Basaglia llama orfandad de género, “las mujeres en el patriarcado estamos huérfanas” nos dice. 

Y simbólicamente es así porque provenimos de milenarias genealogías femeninas carentes, hambrientas…necesitadas de amor, y desde esa necesidad, desde ese vacío es que amamos y anhelamos ser amadas aferrándonos a idealizadas y destructivas fábulas amorosas que nos llevan del mito del amor romántico a la sumisión, a la pérdida de identidad, a la codependencia emocional, y al círculo de la violencia de pareja.

Aunque es cierto que las mujeres mediante el feminismo hemos ido desarrollando una mente crítica y en consecuencia vamos despatriarcalizåndo poco a poco los distintos ámbitos de la vida pública y privada, pero interiormente en las cuestiones amorosas …”aún nos queda mucho trabajo  que hacer a nivel sexual emocional y sentimental” dice y dice bien la escritora feminista Coral Herrera.

No obstante, el  concepto-práctica del amor y el feminismo, no son algo de lo que sólo las mujeres necesitamos aprender, los hombres también necesitan ese aprendizaje si aspiramos en verdad a construir un mundo mejor para la sociedad actual y para las futuras sociedades.

“La falta de amor se ha convertido en el presente en un fenómeno común” afirma bell hooks.

En muchos países esa ausencia se ve reflejada en la corrupción infiltrada en todos los sectores de la sociedad, en la impunidad, en la falta de programas de ayuda social y en la falta de efectivas políticas de seguridad.

Y definitivamente a nivel mundial la desigualdad, el machismo,  la misoginia, el feminicidio, y todas las demás violencias en contra de mujeres y niñas y la violencia en general son manifestaciones de esa falta de amor.

Hombres y mujeres necesitamos aprender a sentir pensar y manifestar el amor de una forma distinta, con ética honestidad y generosidad, pero también con perspectiva de género, para así poder enseñar a nuestras infancias un verdadero sanador y transformador arte de amar!.


Galilea Libertad Fausto 


Ilustración: portada del libro todo sobre el amor, bell hooks, 2021.

https://www.heroinas.net/2013/12/bell-hooks.html

https://www.heroinas.net/2017/01/franca-ongaro-maestra-de-maestras.html

https://www.heroinas.net/2014/10/coral-herrera-gomez.html

https://www.heroinas.net/2014/12/franca-ongaro.html

https://www.heroinas.net/2016/05/marcela-lagarde-candidata-al-prd.html

https://www.heroinas.net/2020/01/simone-de-beauvoir-filosofa-politica.html

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martes, 30 de enero de 2024

La ley y el modelo organizativo de las mujeres zapatistas: fuente de igualdad, seguridad y desarrollo femenino en sus comunidades


 Actualmente en México siete mujeres y niñas son desaparecidas al día y diariamente once son asesinadas, de acuerdo con informes del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y el Observatorio Ciudadano Nacional de feminicidios.

Sin embargo, hoy en día existe una pequeña zona en el estado de Chiapas al sur de este país, que definitivamente es punto y aparte porque las niñas, adolescentes, adultas y ancianas que viven en las comunidades indígenas zapatistas, hoy en día no forman parte de estas escalofriantes e indignantes estadísticas.

(Todo esto en medio de y a pesar de las agresiones constantes del gobierno, los paramilitares y el narcotráfico que en complicidad intentan arrebatar su tierra y su autonomía a los pueblos originarios, y perpetuar el sistema de dominación generador de desigualdad y violencia de género).

Este enorme logro fue dado a conocer al mundo por sus representantes y por primera vez en el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, realizado en diciembre de 2019 en Chiapas, México al que asistieron más de 4000 mujeres provenientes de 49 países.

“En los Caracoles no hay mujeres asesinadas ni desaparecidas”, dijo orgullosamente en ese momento Elizabeth, coordinadora zapatista del segundo encuentro que vive en el caracol a la periodista Laura Guarinoni quien después de su experiencia conociéndolas, escuchándolas y acompañándolas expresó: “las zapatistas viven en una suerte de oasis”.

Pero he de remarcar (sin ninguna intención ni ánimo de apoyar y promover la lucha armada), que este oasis femenino no apareció de la nada como por arte de magia en suelo maya, sino que es el resultado de tres décadas de organización y arduo trabajo colectivo en la vigilancia del cumplimiento de La Ley Revolucionaria de Mujeres, dada a conocer al interior del movimiento el 31 de diciembre de 1993 previa al levantamiento armado del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional), el primero de enero de 1994 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

“El día que votaron y aprobaron esta ley se produjo el verdadero levantamiento”,  palabras dichas por el Subcomandante Marcos.

Esta importante declaración la entendemos mejor si tomamos en cuenta el hecho de que la gestación del movimiento zapatista comenzó en 1984  y durante esos diez años de formación previos al levantamiento público,  se creó no sólo conciencia de la situación de opresión y violencia que sufrían las mujeres y niñas indígenas dentro de sus comunidades, sino también la conciencia de lo vitales que ellas eran para la preservación de la vida misma, de los pueblos indígenas y del sostén del movimiento, dicho de otro modo, sin procurar primero el bienestar integral de niñas y mujeres, no se podría hablar de la posibilidad de lograr un verdadero cambio.

Así entonces, partiendo de este razonamiento individual y colectivo sus compañeros insurgentes impulsaron la emancipación de sus mujeres votando a favor,  cumpliendo y haciendo cumplir La Ley Revolucionaria de las Mujeres que ellas mismas redactaron,  con la cual unidas y decididas iniciaban oficialmente el  largo y difícil camino hacia la eliminación de las violencias de género, sentando con esta ley y su cumplimiento, el modelo  a seguir para las siguientes generaciones de hombres y mujeres dentro de sus comunidades.

Dicha ley constó inicialmente de 10 puntos en los que las zapatistas demandan sus derechos a: 

Un trabajo con salario digno, elegir a su pareja, no ser obligadas a contraer matrimonio, decidir cuántos hijos tener, alimentación salud y educación para ellas y sus hijos/hijas, a no ser golpeadas o maltratadas físicamente, castigo severo a quienes las violen, y a opción a ocupar cargos en los puestos de toma de decisiones.

Cabe mencionar que el 4 de marzo de 1996 fue aprobada la ampliación de la Ley Revolucionaria de las Mujeres Zapatistas, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Algunos de los artículos agregados son:

• Las mujeres casadas tienen derecho a usar los métodos de planificación familiar sea artificial o natural, lo que ellas decidan, sin que el hombre se oponga, sino que tienen que entender y hacer acuerdos.

• Queda prohibido por la ley revolucionaria de mujeres que el hombre tenga dos mujeres porque de esa manera a la esposa se le lastiman sus sentimientos, se violan sus derechos y se lastima su dignidad como esposa y como mujer.

A treinta años y un mes de haber sido publicada esta ley, continúa vigente en el territorio zapatista dando respaldo, seguridad, igualdad y libertad a sus mujeres y niñas, prueba de ello es el hecho de que en sus comunidades siguen sin tener ningún caso de violación sexual, de desaparición ni de feminicidio, y los casos cada vez menos frecuentes de violencia intrafamiliar son inmediatamente denunciados atendidos y castigados.

 Dulce María García quien es antropóloga y activista zapatista comentó recientemente que además de La Ley Revolucionaria de las Mujeres, existe una ley no escrita pero que igualmente es cumplida, que es la total prohibición de alcohol y drogas, algo que definitivamente favorece la disminución y eventualmente la eliminación de la violencia.

Por su parte y en relación a la lucha feminista en contra de la violencia de género, la maestra en lingüística Yásnaya Elena Aguilar Gil, escritora y activista mixe, menciona que “antes de las grandes movilizaciones que colocaron de nuevo al feminismo en la agenda pública, el EZLN y las zapatistas habían planteado situaciones y tomado medidas para combatir la violencia y opresión recibidas por las mujeres indígenas por parte del patriarcado”…

Y continúa diciendo …”Las mujeres zapatistas nos hablan de cómo combatir los sistemas de opresiones, de cómo emprender una lucha sí antipatriarcal, pero también antirracista y anticapitalista, porque no se puede hacer una sin las otras. De ellas podemos aprender dignidad, pues nos han enseñado un horizonte de emancipación más integral, humano, centrado en la reproducción de la vida y nos dan elementos para pensar que, efectivamente, otros mundos son posibles”.

En concordancia con lo anterior, Márgara Millán de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, expresa lo siguiente: 

“Las mujeres que han crecido dentro del movimiento zapatista nos regresan una visión crítica de lo que son y han llegado a ser tanto el estado mexicano como el feminismo. 

Se trata de generaciones que se autoafirman y que han decidido construir junto con sus pueblos y comunidades, una forma de vida que no se somete, nos proponen que nos organicemos como mujeres que luchan, pues la categoría de feministas (o no) queda en segundo lugar cuando sabemos contra quién o qué luchamos”.

Innegablemente la aparición del movimiento zapatista transformó la historia política y social del México contemporáneo, forjando intelectual y políticamente a toda una generación nacional e internacional desde su narrativa desafiante y esperanzadora.

Y a mi entender, si bien es cierto que lamentablemente tuvieron que tomar las armas al inicio de su lucha contra el sistema de gobierno, la estructura colonial, racista, clasista y patriarcal, también es verdad que después de doce días de enfrentamiento armado, su mayor pelea la dieron y la dan mediante ideas y palabras en un diálogo pacífico, pronunciado por mujeres y hombres que se forman en sus propias escuelas de educación autónoma, que pese a no ser reconocidas por la Secretaría de Educación Pública ni por ninguna universidad, ofrecen a sus niños niñas y jóvenes una educación de alto nivel académico.

Si en tres décadas el trabajo comunal realizado entre los dos sexos, basado en gran parte en la ley y el modelo organizativo de las mujeres zapatistas, (afín al ecofeminismo, pero nutrido de una raíz ancestral maya), logró en sus comunidades la igualdad entre hombres y mujeres, erradicó la violación sexual, la desaparición y el asesinato de mujeres y niñas, eso quiere decir, que el cambio no es una utopía inalcanzable sino una realidad totalmente posible de lograr.

Quizá es tiempo de que sociedades, gobiernos, instituciones, organismos internacionales y feminismos nos abramos a la autocrítica, a otros análisis y a otras posibilidades haciendo del cuidado y el respeto de la tierra, de la naturaleza, del otro y de la otra, la base sólida interdependiente y colectiva sobre la que construyamos nuevas políticas para una auténtica y permanente transformación social.

Galilea Libertad Fausto.

Créditos de la ilustración a quien corresponda.

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